Desafío
Esta planta integrada en Australia que fabrica leche en polvo, manteca y lactosa combinó las corrientes de efluentes de estas operaciones en un tanque de compensación. Luego, el efluente se bombeó a un tanque de reacción, donde se agregó un coagulante de cloruro de polialuminio y se ajustó el pH. El desbordamiento se generó por gravedad en la unidad de flotación de aire disuelto (DAF). Parte de la descarga limpia de DAF se saturó con aire, se trató con un floculante aniónico y se devolvió al suministro de efluentes, creando lodo para su recolección y eliminación. Este programa de dosificación de coagulantes y floculantes no se pudo ajustar rápidamente para adaptarlo a las variaciones en la calidad del efluente, lo que dio como resultado cargos más altos por exceder las restricciones gubernamentales de eliminación de efluentes. Además, se necesitaron cantidades excesivas de ácido y cáustico para mantener el pH en 4.3.
Solución
Veolia recomendó cambiar a KlarAid* PC1190, un coagulante polimérico líquido que no solo mejoró el rendimiento, sino que también permitió que la reacción se produjera a un nivel de pH casi neutro. Además, se instaló un sistema de control automatizado PaceSetter* Plus para ajustar la dosificación de productos químicos de acuerdo con la turbidez del efluente entrante. Se utilizó una señal de turbidez de descarga para confirmar los resultados y reducir la tasa de dosificación.
Resultado
El control del proceso de tratamiento de aguas residuales mejoró significativamente, disminuyó el consumo de ácidos y cáusticos, y se redujeron los costos de transporte y eliminación de lodos, en tanto que los niveles más bajos de DBO, aceite, grasa y sólidos suspendidos mejoraron la calidad del efluente y generaron ahorros adicionales. Los cargos finales por la eliminación de efluentes se redujeron en un 18%. El ahorro anual neto gracias a estas mejoras ascendió a US$122,710.