Desafío
Una planta de procesamiento de carne del Medio Oeste se encontraba bajo una orden de cese y desista emitida por la autoridad local de alcantarillas debido a repetidas infracciones con respecto a las aguas residuales. Si no comenzaban a producir aguas residuales dentro de los límites de descarga exigidos, no se les permitiría descargar, lo que directamente paralizaría la producción. Debido a los diversos procesos que tienen lugar en la planta, entre ellos lavado y desinfección, la planta de procesamiento de carne descargaba aguas residuales que variaban mucho en cuanto a la calidad y la cantidad. Los residuos cambiaban constantemente en cuanto al pH, el flujo y la carga de aceite y sólidos. Sin ecualización, era difícil mantener algún grado de control. Como resultado, infringían constantemente el permiso de descarga de aceite y grasa.
Solución
Debido a la amplia gama de opciones de tratamiento químico a disposición, el representante de Veolia pudo encontrar varios programas que funcionaban, es decir, eliminaban cantidades suficientes de aceite y grasa para cumplir los límites de descarga. Pero teniendo en cuenta la gran variación en los residuos, y el control limitado, el representante de Veolia seleccionó un producto KlarAid con taninos.
Debido a su composición y capacidades de absorción exclusivas, la serie de productos con taninos siempre ha dado buenos resultados en el tratamiento de residuos aceitosos. Pero la mayor ventaja es que funciona independientemente de las condiciones operativas.
Debido a muchos de los mismos motivos por los que funciona con aguas residuales aceitosas, el producto también tiene la capacidad de ser muy "tolerante con la velocidad de alimentación". Es decir, una vez establecida una velocidad de alimentación óptima, seguirá funcionando independientemente de grandes oscilaciones en las condiciones operativas.
Resultado
Por primera vez en meses, la planta cumple las normas y se levantó la orden de cese y desista. El desarrollo de un programa de tratamiento que los ayude a cumplir los límites de descarga era un desafío fácil de enfrentar. Pero contar con un programa de tratamiento que funcione en condiciones de planta exigentes era un desafío que solo Veolia y la tecnología de taninos KlarAid podían superar.