Desafío
En una gran planta de procesamiento de carne porcina en el Medio Oeste, emplean dos lavadoras de aire en serie para depurar los gases calientes del horno y del hidrolizador de pelo. A medida que se emiten los gases calientes de la operación, primero se los arrastra rápidamente a un separador ciclónico Venturi, donde se rocía agua de pozo en el flujo de gases calientes para que se enfríen, y se separan los sólidos del flujo. Los olores generados por la operación de cocción y del agua de pozo en sí se escapan al aire, lo que deriva en quejas relacionadas con los olores de la comunidad vecina. Se están llevando a cabo reuniones para recibir las quejas de la comunidad, y la planta necesita una solución que funcione en menos de una semana.
Los gases calientes que se escapaban de los depuradores contenían sulfuro de hidrógeno (H2S). Al principio, en la planta empleaban un programa de cloro y soda cáustica para tratar el agua de recirculación de los depuradores. El pH del agua de recirculación se aumentaba a 10 para impedir que los gases produzcan fogonazos. El cloro se usaba para oxidar los olores orgánicos e inorgánicos.
Este programa hacía que se depositara calcio en el agua de recirculación en el relleno de plástico, lo que producía la canalización del agua de recirculación en los depuradores. Esta canalización limitaba el contacto entre el agua y el gas, y permitía el escape de olores. Además, al mayor pH de 10, el cloro perdía su eficacia. La baja concentración de cloro y la canalización de agua conducían a la incrustación microbiológica.
Solución
En Veolia iniciamos un programa de limpieza de bioincrustantes e incrustaciones en los depuradores, que consistía en una combinación de cloro gaseoso y bromuro de sodio, controlada con un medidor del potencial de oxidación-reducción (ORP). Este programa se potenció con un biopenetrante/biotensioactivo (un producto DeposiTrol* serie SF) para ayudar a los oxidantes a eliminar los bioincrustantes. El depósito de carbonato de calcio se detuvo mediante un programa con un inhibidor especial (producto DeposiTrol serie PY), que elimina las incrustaciones e inhibe su formación. Se introdujo cloro en los depósitos de los depuradores, lo que disminuyó el pH y redujo el problema del carbonato de calcio.
Para eliminar los olores del sistema, se llevó a cabo una inspección completa de las pilas de los depuradores y de las zonas de reconversión. Se instaló un producto ProSweet serie OC para alimentar el depurador Venturi. La concentración de H2S disminuyó drásticamente de 25 ppm (mg/l) a 0-3 ppm (mg/l) en los depuradores de aire. Una vez que disminuyó el olor a H2S, se notó un olor no relacionado con el sulfuro de hidrógeno. Para este tipo de olor, se utilizó otro producto ProSweet serie OC, un neutralizador de olores.
Resultado
La reducción de olores derivó en la ausencia de quejas por parte de la comunidad vecina. Además, los depuradores limpios permiten una mejor depuración de agua y gas. A medida que disminuyó la concentración de sulfuro, se neutralizaron los olores desagradables y se eliminaron las incrustaciones. Las pruebas y los ajustes regulares de los puntos de alimentación ayudaron a garantizar el éxito continuo del programa de control de olores.