Desafío
Un sistema de enfriamiento por contacto común para operaciones de fundición y molino en caliente se enfrenta a un desafío único desde una perspectiva orgánica (aceite/glicol) y microbiana. Las biopelículas secretadas por microbios sésiles (de superficie) atraparán los compuestos orgánicos y los sólidos suspendidos y reducirán el flujo a través de los filtros y las boquillas de pulverización. El exceso de boquillas de pulverización de agua de enfriamiento por contacto y los filtros de canasta aguas arriba pueden provocar un enfriamiento desigual, lo que resulta en una producción de acero de mala calidad, un tiempo de inactividad prolongado de la colada y altos costos de mantenimiento.
La capacidad de tratar eficazmente estos sistemas con niveles suficientemente altos de oxidante sin afectar la calidad del agua debido al exceso de cloruros es un desafío. Además, debido al tamaño de estos sistemas y a los bajos ciclos de concentración, la capacidad de utilizar biocidas no oxidantes no ha demostrado ser económicamente viable. Finalmente, debido a la baja tolerancia de la espuma permitida en estos sistemas, el uso de biodispersantes a niveles efectivos no ha demostrado ser una opción confiable y efectiva.
Solución
Esta solución requirió un esfuerzo total de equipo entre el cliente y Veolia. Se creó un grupo de trabajo para hacer un seguimiento del uso de aceite, se optimizó el funcionamiento de la fosa de incrustaciones, se agregaron nuevos desnatadores a la fosa de incrustaciones y se mejoró la comunicación entre todos los departamentos de la planta y Veolia.
Además, se implementó un nuevo programa de tratamiento de agua de enfriamiento para controlar las incrustaciones y mejorar el rendimiento del oxidante utilizando el biodispersante no espumante Spectrus BD1507 de Veolia. Este nuevo programa químico, junto con la optimización de la alimentación de lejía al sistema, proporcionó una solución rentable.
Resultado
Básicamente, se han eliminado las boquillas de agua de pulverización obstruidas debido a las incrustaciones microbiológicas. La mejora en la limpieza de los filtros de cesta delante de las boquillas de pulverización se muestra en la siguiente imagen.
Con la limpieza mejorada del sistema, el sitio logró un ahorro cercano a los $125 mil gracias a la reducción de los costos de mantenimiento y productos químicos. El consumo de lejía se redujo en un 36%, lo que permitió a la planta reducir el impacto del cloruro en el sistema de agua de pulverización por contacto. Esto es fundamental no solo para lograr la calidad deseada del acero para colada, sino que también permite optimizar los ciclos de concentración del sistema, lo que resulta en un menor consumo y descarga de agua.