Control de olores para aguas residuales

Beneficios del control de olores

Los productos de control de olores ProSweet de Veolia​​​​​​​, usados en combinación con una exhaustiva auditoría del sistema, aplicaciones de ingeniería y recomendaciones operativas, proporcionan los siguientes beneficios:

• Control de ácido sulfhídrico y otros olores molestos: comparados con otros removedores orgánicos tradicionales como la triazina, los removedores ProSweet H₂S de Veolia​​​​​​​ funcionan eficientemente en un rango amplio de pH y reaccionan más rápido.

• Entorno laboral más seguro: con la aplicación adecuada de ProSweet, no habrá una acumulación tóxica de H₂S en el aire, a diferencia de lo que ocurre al usar solamente agentes enmascarantes o neutralizadores de olores. Los efectos tóxicos o relacionados con la salud de H₂S son prácticamente eliminados, no encubiertos.

• Resultados rentables: ProSweet es una alternativa efectiva a los programas inorgánicos que producen lodo y a los removedores orgánicos con aminas.

• Eliminación del impacto ambiental negativo: el tratamiento ProSweet genera productos con reacciones estables y solubles que no tienen efectos adversos en las operaciones de los tratamientos de aguas residuales. Los efluentes obtenidos como resultado del tratamiento se pueden desechar inmediatamente sin incurrir en recargos adicionales.

• Protección de la integridad de los equipos: al eliminar los olores que son corrosivos en la naturaleza, los equipos son protegidos de la corrosión y de problemas relacionados a esta.

• Eliminación de quejas públicas: las quejas públicas por olores pueden afectar negativamente la imagen de una industria en la comunidad. Eliminar olores equivale a eliminar quejas, lo que es una política efectiva de relaciones públicas con grandes beneficios

¿Qué caracteriza a un olor?

El olor es la percepción que se experimenta cuando el sistema sensorial humano recibe una sustancia química que está en el aire. Las sustancias químicas que estimulan el sentido del olfato se conocen como odorantes. En muchos procesos industriales y sistemas de tratamiento de aguas residuales, el ácido sulfhídrico, los mercaptanos, los aminos y los productos orgánicos volátiles son algunas de las sustancias que emiten olores que estimulan su sentido del olfato. El que predomina, se reconoce fácilmente y requiere atención inmediata es el ácido sulfhídrico (H₂S).

¿Cómo afectan los olores a las plantas industriales y de aguas residuales?

Los olores emitidos en las plantas industriales y de aguas residuales pueden afectar las operaciones de muchas maneras:

• Las quejas públicas pueden afectar negativamente la imagen y la capacidad de llevar a cabo una política de relaciones públicas efectiva con las comunidades que las rodean.
• Los empleados que trabajan en áreas donde los olores son agobiantes pueden tener preocupaciones de seguridad por sus efectos tóxicos y en la salud.
• La productividad se puede ver afectada en áreas donde haya olores desagradables.
• La integridad de los equipos se puede ver amenazada por la presencia de olores debido a su naturaleza corrosiva.
• Las plantas pueden tener demandas o multas por no cumplir y violar las normas de seguridad.

¿Cuáles son algunos de los peligros del H₂S?

H₂S es un gas sumamente tóxico. H₂ es más pesado que el aire, no tiene color y tiene un característico olor a huevo podrido en bajas concentraciones. Incluso bajas concentraciones de este gas pueden causar serios peligros para la salud. En los últimos años surgieron inquietudes en la industria y entre el público que llevó a una toma de conciencia sobre los problemas de salud y seguridad relacionados con el  H₂S en plantas industriales y de tratamiento de aguas residuales. Como resultado, es obligatorio que, al trabajar en ambientes con H₂S, los límites de exposición al H₂S sean de 10 ppm para garantizar el cuidado de la salud y la seguridad de los trabajadores y del público.

¿Cuáles son las fuentes del  H₂S?

La incorporación directa de ácido sulfhídrico y otros compuestos reducidos de azufre, como los mercaptanos, generados a partir de reacciones inorgánicas y orgánicas en plantas petroquímicas, papeleras, acerías y otros procesos industriales en flujos de agua de proceso y aguas residuales. En las aplicaciones relacionadas con aguas residuales, uno de los principales factores que contribuyen a la formación del ácido sulfhídrico es la reducción bioquímica de los compuestos inorgánicos de azufre en sulfuro por acción de bacterias reductoras de sulfato (SRB) en condiciones anaeróbicas o con baja concentración de oxígeno disuelto. La velocidad a la cual se genera H₂S depende de la concentración de sustancias orgánicas, sulfato y oxígeno disuelto en el agua, y de factores ambientales como el pH y la temperatura.