Cómo afectarán a las instalaciones las próximas reglamentaciones sobre reutilización del agua

Con un nuevo año llegan nuevas reglamentaciones, y en la mayoría de los sectores de la industria se impone una fecha límite antes de la cual debe demostrarse el cumplimiento. Por lo general, las reglamentaciones funcionan como una especie de martillo. Cuando cae el martillo, las organizaciones pueden llegar a tener que adaptar sus prioridades para cumplir con plazos específicos .

El sector emergente de reutilización para uso potable de la industria del agua, en el cual las empresas de servicios públicos reciclan las aguas residuales para aumentar las reservas de agua dulce y agua potable, es diametralmente opuesto.

Las reglamentaciones sobre reutilización del agua que se prevén para 2023, por el contrario, se convertirán en un catalizador que propiciará nuevas oportunidades. Arizona, por ejemplo, ha creado un grupo consultivo técnico que en 2023 seguirá trabajando para crear reglamentaciones para la reutilización para uso potable directo, mientras que California y Colorado también tienen planes para implementar normas este año. Florida se encuentra en la etapa de formulación de normas de la misma iniciativa, en tanto que Texas publicó recientemente un documento de orientación sobre su proceso normativo.

Estas reglamentaciones no constituyen un mandato para actuar, sino una herramienta de planificación útil para alcanzar la sostenibilidad en las diversas comunidades de esos estados de modo que puedan aumentar su reserva de agua dulce. Los responsables de las reglamentaciones imponen marcos de referencia porque las reservas de agua se encuentran en estado de emergencia en muchas comunidades. Los plazos, en este caso, no son impuestos por los gobiernos. La situación es más grave: las reservas de agua dulce se están agotando.

Según WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), dos tercios de la población mundial podrían sufrir escasez de agua en 2025. Las comunidades quieren invertir para evitar ese tipo de desastre, y las reglamentaciones son un instrumento que propicia los métodos de reciclaje. Los procesos como la reutilización potable directa o DPR (es decir, usar aguas residuales tratadas para beber) pueden ayudar a contrarrestar la escasez de agua. La reglamentación confirma la percepción y aceptación pública de esas iniciativas porque justifica lo que la comunidad ha elegido hacer, con el respaldo de una supervisión con base científica.

Los proyectos de reciclaje comienzan con los proveedores de servicios, y exigen un liderazgo firme, una planificación cuidadosa y compromisos durante muchos años. Las reglamentaciones les otorgan certeza a esas iniciativas a través de un marco que establece qué está permitido y qué no mientras las empresas de servicios invierten en planificación, desarrollo e implementación.

Veamos de qué manera las reglamentaciones sobre reutilización del agua han ayudado a las comunidades a alcanzar metas, qué deberían hacer las empresas de servicios públicos para anticiparse a la normativa de 2023 y cuál es el papel que desempeña la tecnología en ese proceso.

Zonas donde las reglamentaciones alentaron el éxito

Ya se encuentran en marcha algunas iniciativas sobre DPR en la zona del río Colorado y South Jordan, Utah, entre otros lugares. Por ejemplo, el Distrito de Agua Municipal del Río Colorado de Texas empezó sus operaciones en 2013 y hoy produce en su planta aproximadamente 1.5 millones de galones de agua reciclada por día. A casi diez años del inicio de las operaciones, es evidente lo vitales que son estas iniciativas. El río se está secando con tanta rapidez que el gobierno federal advirtió que podría ordenar cortes en el suministro,de modo que la reutilización de agua curada podría contribuir a cubrir las necesidades de agua del área.

 California está a la vanguardia en materia de formulación de normas sobre DPR, ya desde hace varios años. En 2017, la División de Agua Potable de la Junta Estatal de Agua del Estado de California estableció los criterios para definir sus iniciativas sobre DPR y proteger la salud pública. Estas normas en proceso comenzarán a imponerse hacia fines de 2023. Esta importante iniciativa continúa desarrollándose según lo planeado mientras la Junta de Control de Recursos Hídricos del estado termina de definir la redacción en conjunto con su panel de expertos y todos los grupos de interés.

 Cómo deberían prepararse las empresas de servicios

La merma y la extinción de las reservas de agua dulce deberían ser motivo suficiente para que toda empresa de servicios públicos comience a aplicar las medidas necesarias. La reglamentación define un marco para las iniciativas preventivas que se adopten sobre las reservas de agua.

Con una normativa clara, las empresas de servicios pueden comprender mejor las reglas de juego y disminuir la incertidumbre sobre lo que deben hacer. La normativa también sirve para dar a conocer los costos de los programas de reutilización y los recursos tecnológicos disponibles que son parte de la ecuación.

En primer lugar, las empresas de servicios públicos deberían considerar la infraestructura existente y detectar las dificultades presentes para comenzar a diseñar un programa de reciclaje de agua.

¿Son las demostraciones de programas necesarias como herramienta pública para acreditar la importancia del proyecto? ¿O como herramienta normativa? ¿O como herramienta para la capacitación de operarios? ¿O como herramienta para probar la eficacia de distintas tecnologías? El poder de una demostración es considerable y su papel adquiere cada vez más valor, como quedó evidenciado en los proyectos de San Diego, El Paso, Virginia Beach, Los Ángeles, y South Jordan, por nombrar solo algunos.

Una vez establecida la estructura de un proyecto, las empresas de servicios pueden comprobar los beneficios de definir una trayectoria que oriente su transición en pos de nuevas reservas de agua dulce.

Cómo identificar la tecnología adecuada

Una estructura reglamentaria, o incluso una guía normativa, pueden habilitar el uso de tecnologías que contribuyan a alcanzar los objetivos de los tratamientos. En la reutilización hay muchas operaciones y ciertas tecnologías que confieren valor a muchos tipos de resultados. Como toda el agua se recicla, no importa si tratamos el agua hoy para reducir la contaminación o implementamos métodos de reciclaje avanzado para aumentar las reservas de agua dulce: siempre estamos en algún punto de un espectro o proceso continuo de reciclaje. Conocer bien este proceso continuo de reciclaje le permitirá crear una hoja de ruta tecnológica y facilitará la adopción de medidas razonables que lo pondrán hoy en la senda correcta para alcanzar sus metas mientras avanza por este proceso permanente.

Una vez que sepa qué permite o prohíbe la normativa y tenga en cuenta los desafíos locales, podrá evaluar el uso de diferentes tecnologías (por ejemplo, biorreactores de membrana, ultrafiltración, ósmosis inversa, ozonización y sistemas de desinfección UV) como parte de una solución que redirija la descarga hacia un método sostenible para aumentar las reservas de agua dulce. Encontrar un socio que lo ayude a determinar qué tecnologías se adaptan mejor a sus necesidades es clave para implementar un programa de reutilización eficaz.

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